Cuenta la leyenda que en los cielos de India, en un pasado muy
lejano, los devas (dioses) y los asuras (demonios) hicieron un pacto:
extraerían juntos del primero de los océanos, que era de leche, el
amrita, el jugo de la inmortalidad, que compartirían.
Sin embargo, ocurrió que para cuando surgió de los mares Dhanu Antari
[el primer médico 'conocido' de la India, a quien, por cierto, se
atribuye la autoría del Áiur –duración de la vida- vedá –verdad,
conocimiento-], con la jarra que contenía el amrita en la mano, los
demonios se lo robaron y salieron de inmediato a la carrera.
Perseguidos por los dioses durante 12 días y 12 noches
-en términos 'divinos', que a 'escala humana' equivaldrían a 12 años-,
se enzarzaron en una cruenta batalla por la jarra, y ésta terminó
derramando cuatro gotas de amrita sobre cuatro lugares que hoy son
sagrados: Praiag (que es como se conoce a Allahabad, en Uttar Pradesh),
Haridwar (Uttaranchal), Ujjain (Madhya Pradesh) y Nasik (Maharashtra).
El tiempo y el misticismo, inherente a la cultura hinduista,
hicieron que según un cálculo astrológico que se completa cada 12 años
y que está basado en la posición del Sol, de la Luna y de Júpiter, se celebrase una kumbh (jarra) mela (reunión), en estos cuatro lugares,
completando cada ciclo con una maj kumbh mela (gran reunión de la
Jarra), durante el mes de magha (enero y febrero del calendario
gregoriano) en las riberas del Ganges, en Allahalabad.
Y aquí nos encontramos, recién apeados de un autobús procedente de
Varanasi que ha parado en medio de la carretera y a la altura de la
llanura de inundación del Ganges, en el punto donde confluye con el
Yamuna y el Sáraswati, un tercer río virtual.
EBONY AND IVORY
Hace 10 años
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